¿Cómo puedo saber si tengo una vocación religiosa?
¿Cómo puedo saber si tengo una vocación religiosa?
4. ¿Eres sensata, puedes pensar críticamente,
aventurera, flexible, puedes aprender de tus fracasos igualmente como tus éxitos?
3 preguntas que
tú tengas sobre la vida religiosa
1.
2.
3.
Preguntas para ti, si piensas que tienes una vocación
religiosa
1. ¿Has pensado
frecuentemente sobre la vida religiosa recientemente?
2. ¿Tienes un
corazón dedicado y compasión para los que sufren?
3. ¿Es tu
relación con Dio igualmente importante como tus relaciones con tus amigos?
5. ¿Te atraen los cosas espirituales (dar servicio a
otros, pasar tiempo rezando, leyendo sobre los santos o leyendo la Biblia, hablando con otros sobre cosas de Dios,
…)?
6. ¿Buscas un compromiso de un año, dos años o para toda la vida?
7. Para servir a
Dios se necesita una persona alegre y humilde. ¿Eres así?
8. ¿Tienes más
de 18 años de edad, de salud buena en espíritu, cuerpo y mente?
¿Cómo puedo saber por seguro?
No
necesitas saber por seguro si tienes una llamada a la vida religiosa para tener
una vocación genuina. Si hay algo dentro de ti que busca más, por qué no
explorar este deseo a saber más de Dios o acercarte más a Dios y ver donde te
lleva. El mejor modo de buscar es visitar a comunidades cara a cara y ponerte
en contacto con la oficina de vocaciones en tu diócesis.
Unos puntos
que puedes seguir durante el proceso de discernimiento.
Reúnete con
un director espiritual, una persona que
tiene la experiencia en ayudarles a los que quieren determinar donde Dios los
está dirigiendo en sus vidas.
Reúnete con
otros que han hecho este viaje, en particular un director de vocaciones que
ayuda a otros discernir si tienen una vocación religiosa.
Habla con
los que te conozcan. Quizás estarás sorprendida con sus respuestas honestas.
Toma acción.
Comunidades religiosas reciben bien a invitados que están discerniendo su vida
a quedarse un rato con ellas. Has planes en conjunto con las comunidades que
quieres visitar a quedarte un tiempo
(quizás 4-6 días). Prepárate a participar en rezo, trabajo, y pasando tiempo
relajando y conociendo a las religiosas.
Cultiva prácticas
espirituales. Participa en el sacramento de Reconciliación. Ve a misa
frecuentemente y también puedes pasar tiempo en adoración de la Eucaristía.
Pasa tiempo
en rezar o leyendo cosas espirituales (las vidas de los Santos, la Biblia…).
Antes de acostarte al fin del día, pasa tiempo en examinando tu consciencia
sobre lo que has hecho durante el día, pide perdón y da le gracias a Dios por sus bendiciones.
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