Cuarto Domingo de Adviento

Cuarto Domingo de Adviento

Aleluya, aleluya.
Yo soy la servidora del Señor;
que se cumpla en mí lo que me has dicho.
Aleluya, aleluya.

“En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.”

En el evangelio de hoy, según san Lucas, oímos el cuento de cuando el ángel Gabriel vino a la joven virgen María llamándola llena de gracia y que concebirá el Hijo de Dios. Ella responde con una pregunta normal: ¿Cómo pasará esto, soy virgen? La respuesta: “El Espíritu Santo descenderá y el poder del Altísimo te cubrirá.” Después de oír que su prima Isabel también estaba encinta como signo de que iba pasar lo que dijo el ángel, María contesta con su fíat.

Nos queda solo unos días antes de celebrar el nacimiento de Nuestro Señor. Déjanos ponernos en el lugar de María: Al principio- ¿Cómo le explico a mis padres, a José lo que ha pasado? ¿Me van a creer? ¿Lo creo yo? Durante-Al visitar su prima Isabel- “Lo que dijo el ángel ha pasado; ¿ahora qué? Después- Estamos en Belén; ¿No hay lugar para quedarnos? ¿Dónde va nacer este niño? ¿Hay alguien que me vaya ayudar dar luz? ¿Cómo se siente José? No sabemos de los sentimientos de la Virgen María durante estos tiempos pero quizás con fe podemos reflejar en lo que le pasa a otras mujeres encintas esperando al nacimiento de sus hijos.

https://4.bp.blogspot.com



¡Feliz Navidad!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

V Domingo de Cuaresma Lecturas para Año C

Solemnidad de la Ascensión del Señor

IV Domingo de Cuaresma Lecturas para Año C