Segunda Domingo Ordinario
Segunda
Domingo Ordinario
Aleluya, aleluya.
Hemos encontrado a Cristo, el Mesías.
La gracia y la verdad nos han llegado por él.
Aleluya, aleluya. Cfr Jn 1, 41.
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En el evangelio de hoy, según san Juan, oímos
dos nombres “Mesías” y “Kefás.” Los discípulos de Juan siguieron a Jesús después
que Juan les señalo que Jesús era el Cordero de Dios. Al pasar el día con Él, Andrés
fue a su hermano Simón y le dijo que habían encontrado al Mesías. Llevándolo a donde estaba Jesús, éste, fijando en él la
mirada, lo llama Kefás (‘roca’).
Los discípulos habían crecido y estudiado
del Mesías, y tenían una idea de cómo
iba ser. Cuando Jesús apareció, ellos tenían muchas esperanzas en lo que Él iba
hacer pero no entendían que tenía que sufrir y morir para cumplir la voluntad
de su Padre.
Jesús, al ver a Simón, lo llama Kefás, por el papel que iba tener Simón
en establecer la iglesia. Otra vez vemos que no se conoce por que lo llama Kefás a Simón hasta más tarde en la
vida de Simón y la iglesia.
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