XXI Domingo Ordinario
Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida;
nadie va al Padre, si no es por mí, dice el Señor.
Aleluya. aleluya. Jn 14, 6
Este domingo próximo, alguien le pregunto a Jesús: “Señor,
¿es verdad que son pocos los que se salvan?” Jesús respondió: “Esfuércense en
entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán
de entrar y no podrán.”
La salvación de Dios es para todos,
no es monopolio de unos cuantos, ni de practicar una u otra religión. La
salvación es para todos los que cumplen su Palabra, los que le buscan de
corazón y con amor. Los que trabajan por la justicia, por la paz, el amor y la
solidaridad. Esta es la clave para salvarse, no hay otra.
¿Cómo cumples tú
la palabra de Dios en tu vida cotidiana? Busca modos de trabajar para la
justicia y paz.
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