Solemnidad de la Santísima Trinidad
Santo Evangelio: Jn 3, 16-18
Frase clave: " Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su
Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la vida
eterna."
Bendito
seas, Señor, para siempre.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres:
Bendito tu nombre santo y glorioso.
Bendito seas, Señor, para siempre. Daniel 3 (52)
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres:
Bendito tu nombre santo y glorioso.
Bendito seas, Señor, para siempre. Daniel 3 (52)
Al contemplar el versículo anterior, realmente podemos
sentir el amor total que Dios tiene por nosotros. Es a través de la entrega de
su único Hijo para salvar al mundo que Dios muestra su amor por nosotros. La
vida eterna nos es dada a través del Hijo que da su vida por nosotros. ¡Éstas son las buenas noticias!
Al leer y contemplar el versiculo, ¿como te sientes? ¿Puedes
sentir, un poco, quizas como Dios se sintio al dar su unico hijo a la muerte?
El amor de padre es fuerte, hasta dar su vida por la vida de su hijo, ¿que ha
hecho Dios para ti en este sentido?
“Tanto
amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en
Él no perezca, sino que tenga la vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo
para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él. El que cree
en Él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber
creído en el Hijo único de Dios”. Jn 3, 16-18
Comentarios
Publicar un comentario