XVI Domingo Ordinario
XVI Domingo Ordinario
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce
para reparar mis fuerzas. R.
El Señor es mi pastor, nada me faltará. Del Salmo 22
De esta
enseñanza para el próximo domingo, podemos ver cuán compasivo es nuestro Señor
Jesucristo hacia la gente. Este pasaje viene después del que envió a sus
apóstoles para enseñar y sanar. Han vuelto informando cómo ha ido su trabajo.
Él los cuida diciéndoles que deben descansar e ir a un lugar tranquilo. Sin
embargo, la gente se entera de lo que está pasando y todavía quiere más, así
que los sigue. En lugar de enojarse o alborotarse, el Señor se compadece y
comienza a enseñarles.
¿Con qué frecuencia, después de un largo día de trabajo, has podido mostrar compasión a tu familia, amigos o compañeros de trabajo cuando te piden más? Jesús sabe que necesitamos descansar para poder seguir con tus hechos diarios y ayudando a los demás, pero también se necesita reconocer la multitud de perdidos. ¿Reconoces a los perdidos? ¿Cómo respondes?
Comentarios
Publicar un comentario