XVI Domingo Ordinario

 

               XVI Domingo Ordinario




El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce 
para reparar mis fuerzas. R. 
El Señor es mi pastor, nada me faltará.               Del Salmo 22




De esta enseñanza para el próximo domingo, podemos ver cuán compasivo es nuestro Señor Jesucristo hacia la gente. Este pasaje viene después del que envió a sus apóstoles para enseñar y sanar. Han vuelto informando cómo ha ido su trabajo. Él los cuida diciéndoles que deben descansar e ir a un lugar tranquilo. Sin embargo, la gente se entera de lo que está pasando y todavía quiere más, así que los sigue. En lugar de enojarse o alborotarse, el Señor se compadece y comienza a enseñarles.

¿Con qué frecuencia, después de un largo día de trabajo, has podido mostrar compasión a tu familia, amigos o compañeros de trabajo cuando te piden más? Jesús sabe que necesitamos descansar para poder seguir con tus hechos diarios y ayudando a los demás, pero también se necesita reconocer la multitud de perdidos. ¿Reconoces a los perdidos? ¿Cómo respondes?


Imagen de: https://mariareinaesmiguia7.wordpress.com/2018/07/23/22-7-2018-evangelio-segun-san-marcos-630-34/


Comentarios

Entradas más populares de este blog

V Domingo de Cuaresma Lecturas para Año C

Solemnidad de la Ascensión del Señor

IV Domingo de Cuaresma Lecturas para Año C