XXVI Domingo Ordinario
XXVI Domingo Ordinario
Los mandamientos del Señor alegran el corazón.
La voluntad de Dios es santa
y para siempre estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
Los mandamientos del Señor alegran el corazón.
La voluntad de Dios es santa
y para siempre estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
Los mandamientos del Señor alegran el corazón.
Del Salmo 18
En la lectura del evangelio de este domingo, una vez más vemos que los celos levantan su fea cabeza. El discípulo Juan le dice a Jesús que vieron a alguien echando fuera demonios y que él no era uno de ellos, ¡así que le dijeron que se detuviera! ¡Ahora los discípulos están hablando como los fariseos! Si no eres parte de la multitud, entonces no debes hacer lo que ellos hacen. La respuesta de Jesús es clara: si no están contra nosotros, están a nuestro favor. En otras palabras, si estos otros están echando demonios como los discípulos, son parte de ellos y están con Jesús.
¿Cuántas veces los celos por los regalos de otra persona te han impedido participar en el momento? ¿Los celos juegan un papel en tu vida diaria? ¿Qué puedes hacer para superar esto y ver a los demás como Jesús los ve?
Imagen de: https://slideplayer.es/slide/8099319/ #3
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