II Domingo de Adviento
II Domingo de Adviento
Como cambian los ríos la suerte del desierto,
Cambia también ahora nuestra suerte, Señor,
y entre gritos de júbilo
cosecharán aquellos que siembran con dolor.
Grandes cosas has hecho por nosotros, Señor. De Salmo 125
"Entonces comenzó [Juan el Bautista] a recorrer toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de penitencia para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro de las predicciones del profeta Isaías:
'Ha resonado una voz en el desierto:
Preparen el camino del Señor,
hagan rectos sus senderos.
Todo valle será rellenado,
toda montaña y colina, rebajada;
lo tortuoso se hará derecho,
los caminos ásperos serán allanados
y todos los hombres verán la salvación de Dios.' "
Cuando leemos
o oímos esta lectura de san Lucas 3, esto es lo que vemos que está sucediendo:
El Rey viene y ha enviado un heraldo para anunciar Su inminente llegada. El rey,
por supuesto, es Jesucristo y el heraldo es Juan el Baptista.
¿Qué les
está diciendo este heraldo? Dice que vino predicando un bautismo de
arrepentimiento. Les está diciendo cómo limpiar su vida. Les está diciendo que
el Rey viene y necesitan prepararse para Su venida.
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