VII Domingo Ordinario

 

VII Domingo Ordinario





El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice al Señor, alma mía,
y no te olvides de sus beneficios. 

El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor perdona tus pecados
y cura tus enfermedades;

él rescata tu vida del sepulcro
y te colma de amor y de ternura. 
 
El Señor es compasivo y misericordioso.        Del Salmo 102

Santo Evangelio: Lc 6: 27-38

EL FIN DE LA RECIPROCIDAD. Es natural corresponder: ayudar a los que te ayudan y lastimar a los que te lastiman.
Este tema se encuentra en las escrituras hebreos. Los discípulos están familiarizados con este tema.  

Sin embargo, Jesús les da a sus discípulos un desafío. Él les dice: “Aman a sus enemigos, hagan el bien a los que odian, bendigan a los que los maldicen”. Sin embargo, Jesús no se detiene ahí. Continúa: “Si alguien te golpea en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te quita el manto, dale también la túnica”.

Lo que Jesús manda es tan radical para la enseñanza de este tiempo. El llamado es a ir más allá de lo esperado y más allá de nuestros sentimientos hacia los demás.

¿Cómo crees que se sintieron los discípulos acerca de estas palabras? ¿Cómo te sientes tu al escucharlos? ¿Qué puedes hacer para enfrentar los desafíos y el llamado? ¿Cómo puedes compartir este llamado con otros de una manera concreta?


imagen de: https://nunca-pierdas-las-esperanzas.tumblr.com/post/112672491765/ampr64-ama-a-tus-enemigos-haz-bien-a-los-que

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