III Domingo de Pascua
III Domingo de Pascua
Aleluya,
aleluya.
Señor Jesús, haz que
comprendamos la Sagrada Escritura.
Enciende nuestro
corazón mientras nos hablas.
Aleluya,
aleluya. Cf. Lc 24, 32
“El mismo día de la resurrección,
iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once
kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido.”
Así comienza el evangelio de hoy
donde San Lucas nos cuenta como Jesús se les apareció a dos discípulos, pero no
lo conocieron de vista, y les explica las escrituras escritas de Él. Lo conocen
después en la cena.
¿Cuántas veces crees que Dios te haya hablado y no lo conociste?
Quizás esta es otra razón para ir a la misa, para abrir nuestros
corazones, escuchar los que nos quiere decir Dios en las escrituras y conocerlo
en cuanto el sacerdote esta a la mesa, toma el pan y vino, pronuncia la bendición, lo parte y nos lo da.
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