XXII Domingo ordinario
XXII Domingo ordinario
¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
Quien no hace mal al prójimo
ni difama al vecino;
quien no ve con aprecio a los malvados
pero honra a quienes temen al Altísimo.
¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
En el Evangelio de hoy, según san Marcos, otra vez encontramos a los fariseos y escribas criticando a Jesús, pero esta vez por la conducta de sus discípulos. En ese tiempo, lo que hacían los discípulos de algún reflejaba al Maestro/Rabino de ese grupo. Como ya sabemos los anteriores seguían la ley literalmente, pero sin reflejar en cómo tratar a otros y sin compasión. Les dice Jesús que el culto de ellos es inútil porque lo que enseñan son preceptos humanos. Jesús llama a la gente y les dice que lo viene de dentro es lo que mancha a uno, porque salen del corazón de uno.
Refleja en lo que Jesús ha dicho y que viene de dentro de ti.
¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
Quien no hace mal al prójimo
ni difama al vecino;
quien no ve con aprecio a los malvados
pero honra a quienes temen al Altísimo.
¿Quién será grato a tus ojos, Señor?
En el Evangelio de hoy, según san Marcos, otra vez encontramos a los fariseos y escribas criticando a Jesús, pero esta vez por la conducta de sus discípulos. En ese tiempo, lo que hacían los discípulos de algún reflejaba al Maestro/Rabino de ese grupo. Como ya sabemos los anteriores seguían la ley literalmente, pero sin reflejar en cómo tratar a otros y sin compasión. Les dice Jesús que el culto de ellos es inútil porque lo que enseñan son preceptos humanos. Jesús llama a la gente y les dice que lo viene de dentro es lo que mancha a uno, porque salen del corazón de uno.
Refleja en lo que Jesús ha dicho y que viene de dentro de ti.
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