Segundo Domingo Ordinario

Segundo Domingo Ordinario

Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un nuevo canto,
que le canten al Señor toda la tierra;
cantemos al Señor y bendigámoslo.    
Cantemos la grandeza del Señor.                                 Salmo 95

En el Evangelio según san Juan para el próximo domingo oímos de la boda en Cana cuando Jesús cambia el agua a vino. María, su madre, se entera que el vino se ha terminado e informa a Jesús de esto. La respuesta de Jesús es interesante: “Mujer, ¿Qué podemos hacer tu y yo? Todavía no llega mi hora”. Al oír esto, María lo mira y les dice a los que servían: “Hagan lo que Él les diga”. Esta conversación entre madre e hijo puede pasar entre madres e hijos de hoy frecuentemente. La madre le dice algo al joven y el joven responde en manera similar. Después de oír la respuesta de Jesús, María le da direcciones a los que servían. Ella tuvo la confianza de que su hijo iba a arregla la situación. Por eso podemos ir a María como hijos e hijas a pedirle que su Hijo nos oiga. Necesitamos tener la confianza que tuvo María.


¿Qué necesitas que María traiga a la atención de Jesús? ¿Cómo puedes mostrar confianza en Jesús?




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