Despierta, tú que duermes; levántate de entre los muertos y Cristo será tu luz.
Despierta, tú que duermes; levántate de
entre los muertos y Cristo será tu luz.
Honor y gloria a ti,
Señor Jesús.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.
Honor y gloria a
ti, Señor Jesús. Jn 8, 12b
EVANGELIO DEL DOMINGO: Jn 9, 1-41
FRASE CLAVE: Jesús les contestó: “Si estuvieran ciegos, no tendrían
pecado; pero como dicen que ven, siguen en su pecado”.
Jesús está
condenado por los oficiales religiosos por hacer una “obra” buena en el día de
descanso dedicado a Dios. Tratan de traer testigos contra Jesús: el ciego, sus
padres, etc. El ciego, ya de edad, solo sabe que el hombre “Jesús” lo curo,
luego lo reconoce como profeta y al fin lo llama “el Hijo del hombre”
(salvador).
¿Hay algún tiempo
donde te has quedado ciego por un rato en realidad o pensado en como seria ser
ciego? ¿Hay algún tiempo que has estado “ciego” en una situación? Reflexiona en
el don de poder ver. ¿Dónde estás en tu caminata
con Jesús? ¿Cómo reconoces a Jesús? ¿Cómo puedes “ver” mejor en tu vida diaria?
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