XIII Domingo Ordinario

XIII Domingo Ordinario Te alabaré, Señor, eternamente. Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre, porque su ira dura un solo instante y su bondad, toda la vida. El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo. Te alabaré, Señor, eternamente. Salmo 29 Santo Evangelio: Mc 5, 21-43 En el santo evangelip de este domingo se cuenta dos historias intercaladas de Jesús sanando a una persona que sufría y quebrantada. La primera persona que suplica a Jesús (5:23) es el líder de la sinagoga local, y su hija está al borde de la muerte. Jesús va con Jairo, respondiendo a la necesidad del padre sufriente (5:24). La segunda historia interrumpe la primera y presenta a una mujer que ha estado sufriendo una hemorragia durante 12 años y busca curarse tocando la ropa de Jesús (5:28). Mientras que la mujer va hacia Je...