XX Domingo Ordinario
XX Domingo Ordinario
Aleluya, aleluya.
Jesús predicaba el Evangelio del Reino
y curaba las enfermedades y dolencias del pueblo.
Aleluya,
aleluya. Cfr Mt 4, 23
En el evangelio de hoy, según San Mateo, nos cuenta
como Jesús curo la hija de una mujer cananea. Sabemos que la fe es tener confianza en Dios.
La fe viviente se muestra en el servicio y la obediencia a Dios. La
mujer cananea, según los judíos, no tenía derecho de hablarle a Jesús, como judío
pero vemos que ella no está pidiendo ayuda para si misma pero para su hija. Y
cuando Jesús le dice que vino para los judíos dando el ejemplo que los perros
no comen del pan en la mesa, ella le responde que hasta los perros comen los
restos de la mesa. Jesús exclama: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla
lo que deseas". Jesús reconoce su fe y cura su hija.
¿Tienes fe en Dios? ¿Crees con todo
tu corazón que Dios oye tus rezos? ¿Le das gracias a Dios cuando rezas,
reconociendo Su voluntad en todo?
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