XXII Domingo Ordinario


XXII Domingo Ordinario

Aleluya, aleluya.
Que el Padre de nuestro Señor Jesucristo
ilumine nuestras mentes
para que podamos comprender cuál es la esperanza
que nos da su llamamiento.

Aleluya, aleluya.                 Cfr Ef 1, 17. 18

En el evangelio del domingo pasado, oímos la declaración de San Pablo que Jesús es el hijo de Dios y Jesús lo alaba. Este domingo, cuando Jesús habla de cómo tenía que sufrir y morir, San Pablo habla otra vez, que esto no debería pasar y Jesús lo rechaza y le llama Satanás.  Deberás no hay modo de amortiguar lo que Jesús dice, solo en decir que San Pedro en esta situación estaba actuando como obstáculo a la voluntad de Dios. San Pedro muestra que todavía esperaba al Mesías todopoderoso y que nada malo le podía pasar. 
  
¿Estás listo a rendir todo a Jesús, incluyendo tu vida?

https://www.google.com/search?q=Imagenes+de+Jesus+reprendiendo+a+Pedro&sa=X&rlz=1C1GGRV_enUS750US753&tbm=isch&tbo=u&source=univ&ved=0ahUKEwjVi6DH_f7VAhWJ7YMKHYDgBCsQsAQIJw&biw=1269&bih=599#imgdii=av8RnUogeBlIWM:&imgrc=PE_9Kc8VjWiCGM:

Comentarios

Entradas más populares de este blog

V Domingo de Cuaresma Lecturas para Año C

Solemnidad de la Ascensión del Señor

IV Domingo de Cuaresma Lecturas para Año C