XVI Domingo Ordinario
XVI Domingo Ordinario
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
Por ser un Dios fiel a sus promesas,
me guía por el sendero recto;
así, aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
El Señor es mi pastor, nada me faltará. Salmo 23
Por ser un Dios fiel a sus promesas,
me guía por el sendero recto;
así, aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
El Señor es mi pastor, nada me faltará. Salmo 23
La
lectura de hoy, según san Marcos, es continuación del domingo pasado. Los apóstoles
vuelve, creo muy entusiasmados sobre
todo lo que habían hecho y ensenado. Jesús les dice que vengan con Él a un
lugar solitario para descansar un poco. Había tanta gente que no los dejaban ni
comer. La gente vieron que iba por barca y trataron de adelantarse a ese lugar.
Jesús sintió por ellos y se puso a enseñarles.
Imagínate ser un apóstol,
¿Cómo te sintieras al volver de esta misión? ¿Por qué crees que Jesús quiso
tomarlos a un lugar solitario? Imagínate ser una persona que los sigue, ¿Por
qué los sigues? ¿Qué esperas de ellos?
¿Qué esperas de Dios?
https://domingocosenza.wordpress.com
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