VIII Domingo Ordinario
VIII Domingo Ordinario
¡Qué bueno es darte gracias, Señor!
¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo,
y celebrar tu nombre,
pregonando tu amor cada mañana
y tu fidelidad, todas las noches!
Qué bueno es darte gracias, Señor! Salmo 91
¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo,
y celebrar tu nombre,
pregonando tu amor cada mañana
y tu fidelidad, todas las noches!
Qué bueno es darte gracias, Señor! Salmo 91
En el Santo Evangelio del próximo domingo,
según san Lucas oímos Jesús hablar del ciego como guía, y el discípulo que se
cree superior al maestro. Ni uno ni el otro puede ayudar a otros. Corregir a
otros sin ver nuestras mismas ofensas es juzgar en justicia propia con intento
malo. Corrigiendo a nuestros hijos, hermanos en Cristo o hablando contra las
injusticias, debe de venir de nuestro corazón, lleno de amor por nuestro prójimo
y todas las creaturas de Dios en nuestro mundo. El corazón está lleno de amor
si lo llenamos de amor por Dios. Es importante corregir lo malo, pero
necesitamos hacerlo con amor y compasión, y estar dispuestos a ayuda a otros
llegar a cambiar.
¿Puedes corregir a otros si sentirte
orgulloso, feliz o divertido? ¿Cómo quieres que Dios te corrija? ¿Corriges a tus hijos o otros con coraje o violencia? ¿Cómo necesitas cambiar para responder en amor y compasión?
https://imagenes.gratis/mensajes-dios/mensajes-dios-reflexionar-frases-pensamientos-amigos-agradecimiento-fe-3/
Comentarios
Publicar un comentario