I Domingo de Cuaresma

I Domingo de Cuaresma

Tú eres mi Dios y en ti confío.
Tú, que vivas al amparo del Altísimo
y descansas a la sombra del todopoderoso,
dile al Señor: "Tu eres mi refugio y fortaleza; 
tú eres mi Dios y en ti confío". 
Tú eres mi Dios y en ti confío.                         Salmo 90

Cada Cuaresma la iglesia en su liturgia comienza con la lectura sobre la tentación de Jesús en el desierto. Este ano, la lectura del Santo Evangelio, según san Lucas, viene después del bautizo de Jesús. Hay tres tentaciones, el primero sobre provisión (el pan de cada día), el segundo sobre adorando a Dios (identidad: Si eres el hijo de Dios has…) y el tercero sobre probando a Dios (autoridad: para Jesús, haciendo lo que Dios quería verso lo que Él quería).

Jesús fue tentado en tres áreas donde tú y yo somos más tentados. Jesús necesitaba afirmar a Satanás quién era Él y de quién obtuvo su autoridad y provisión.

Una de las claves con las que podemos vencer la tentación como lo hizo Jesús es retrasar y negar la gratificación, es decir, permanecer firme para decir no a ciertas demandas.

¿Por qué crees que comenzamos cada Cuaresma con la lectura que enfoca en las tentaciones de Jesús? ¿Cómo puedes vencer las tentaciones de cada día?

Toma un tiempo ahora para hablar con Dios acerca de los períodos difíciles en tu vida, tu actitud de entrar en otra temporada de Cuaresma o alguna otra preocupación que surgió de este texto del evangelio.

https://sites.google.com/site/jesusmimaestro20/las-tentaciones-de-jesus