XVII Domingo Ordinario: El Padre Nuestro
XVII Domingo Ordinario
Aleluya,
aleluya.
Hemos recibido un espíritu de hijos,
que nos hace exclamar: "¡Padre!"
Aleluya, aleluya Rom 8, 15bc
Hemos recibido un espíritu de hijos,
que nos hace exclamar: "¡Padre!"
Aleluya, aleluya Rom 8, 15bc
Jesús,
con sus palabras de oración al Padre, nos llama a confiar plenamente en Dios, a
dejarnos llevar, tener una actitud de disponibilidad, de aceptación y, sobre
todo, que nos sintamos cerca del Padre.
Jesús
confía plenamente en el Padre y para que sus oyentes, sus seguidores, lo
entendamos, nos habla poniendo los ejemplos de la amistad y de los padres.
Cuando
nuestro amigo necesita ayuda, ahí estamos para acompañar, acoger, compartir,
porque la verdadera amistad es un tesoro que nos alegra la vida y un apoyo en
la adversidad.
Cuando
nuestros hijos necesitan de nosotros, ¿qué padre o madre les niega la ayuda?
Los padres no hacemos daño a nuestros hijos, les enseñamos el camino de la
vida, los preparamos lo mejor que sabemos y después los devolvemos a la vida,
pero ellos saben que siempre estaremos ahí con nuestros brazos abiertos para
acogerlos.
De
la misma forma Dios está ahí. Sólo tenemos que pedir y Él nos dará su aliento
de vida y amor.
Toma tiempo esta semana y reza el Padre Nuestro con confianza y conciencia.
Enfócate en las frases y palabras y como te hacen sentir. Luego, refleja en las
preguntas de la lectura y piensa en cómo puedes ponerlas en acción. https://slideplayer.es/slide/11593147/
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