Domingo de Divina Misericordia
Santo Evangelio: Jn 20, 19-31
Frase Clave: “Tomás, tú crees porque me has visto; dichosos los que
creen sin haberme visto, dice el Señor.”
La misericordia del Señor es eterna.
Aleluya.
La piedra que desecharon los constructores,
es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Señor,
es un milagro patente.
Este es el día de triunfo del Señor:
día de júbilo y de gozo.
La misericordia del Señor es eterna. Aleluya. Salmo 117
La piedra que desecharon los constructores,
es ahora la piedra angular.
Esto es obra de la mano del Señor,
es un milagro patente.
Este es el día de triunfo del Señor:
día de júbilo y de gozo.
La misericordia del Señor es eterna. Aleluya. Salmo 117
Este Evangelio nos muestra que hay
diferentes tipos de fe, y que la fe viene de diferentes maneras y con
diferentes intensidades para diferentes personas. El discípulo amado cree al
ver la tumba vacía (v. 8). María cree cuando el Señor la llama (v. 16). Los
discípulos deben ver al Señor resucitado (v. 20). Tomás dice que debe tocar las
heridas de Jesús (v. 25), aunque esa necesidad parece evaporarse una vez que ve
al Cristo resucitado (v. 28). Las personas tienen diferentes necesidades y
encuentran varias rutas hacia la fe.
Es
instructivo notar que Tomás creyó, perdió la fe y luego regresó a una fe aún
mayor.
¿Cómo crees que la divina
misericordia de Dios conmuevo a Tomás? ¿Cómo te conmueve a ti? ¿En qué
situaciones en que te encuentras, puedes compartir la compasión y misericordia
de Dios?
imagen: https://www.hearthymn.com/lessons-on-doubting-thomas.html
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